Layer cake de naranja ecológica con cobertura de mascarpone

La entrada de hoy está dedicada a uno de los postres que preparamos para la celebración de San José, un layer cake de naranja.

 

Teníamos claro que queríamos preparar un layer cake porque es una tarta muy aparente, llamativa para una celebración y porque aunque parece pequeña salen muchas raciones.

 

Aunque algunos se estarán preguntando ¿pero qué es un layer cake? Pues para que nos entendamos todos es un bizcocho con varias capas unidas por un relleno.

 

 

 

Con el sabor del bizcocho y la cobertura tuvimos alguna duda porque claro cuando hay tanta gente con gustos tan distintos contentar a todo el mundo es difícil. Así que pensamos que los josés, que para eso era su fiesta, eran los responsable de decidir de qué querían la tarta.

 

Y ¿cuál fue su respuesta? Cualquier sabor menos chocolate.

 

Como tenemos un huerto con naranjos a mano decidimos que el bizcocho lo haríamos de naranjas ecológicas y la cobertura ya que no querían chocolate (que le va muy bien a la naranja) iba a ser de queso mascarpone. Esta cobertura es muy suave, nada pesada y muy sencilla de preparar.

Layer cake de naranja con cobertura de queso mascarpone

 

Ingredientes (Para un bizcocho de 3 capas en molde de 15 cm o de 2 capas en molde de18-20cm)

 

Para la masa

• 200 ml de aceite de oliva suave
• 180 gr de azúcar
• 200 gr de harina
• 2 cucharaditas de levadura
• 4 huevos L
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• La ralladura de una naranja
• El zumo de una naranja
• Una cucharadita de sal
• Colorante naranja (opcional)

Para el almíbar

• 75 ml de zumo de naranja
• 75 gr de azúcar
• 1 cucharada de licor (Grand Marnier, Contreau…)

Para la cobertura

• 400 ml de nata (más de 35% de materia grasa)
• 250 gr de queso mascarpone
• 1 cucharadita de vainilla
• 120 gr de azúcar glas

 

Preparación

 

Empezamos preparando el bizcocho.

 

Precalentamos el horno a 180º y forramos el molde.

 

Nosotras utilizamos tres moldes de 20 cm, porque nuestro layer iba a tener tres capas pero lo podéis hacer en un único molde y después cortar con una lira o un cuchillo de sierra las capas.

 

En un bol mezclamos el aceite con el azúcar, cuando esté todo integrado añadimos los huevos uno a uno. Batimos bien y a continuación agregamos la ralladura de naranja y una pizca de sal, removemos. Ahora añadimos la harina junto con la levadura tamizadas y mezclamos. Incorporamos el zumo de naranja y el extracto de vainilla y batimos de nuevo. Si vamos a ponerle algo de colorante este es el momento.

 

Ya tenemos la mezcla lista, la vertemos en los moldes y al horno. El tiempo de cocción del bizcocho dependerá de si hemos utilizado un molde o varios. En este caso al poner menos cantidad en cada molde en unos 20-25 minutos estaba listo el bizcocho.

 

Los sacamos del horno y los dejamos enfriar 10 minutos en el molde y luego por completo sobre una rejilla.

 

Lo más recomendable es una vez estén fríos envolverlos con papel film y meterlos a la nevera de un día para otro, así se asienta la miga y es más fácil manipularlos. Al día siguiente nivelamos y cortamos los bizcochos.

 

Ahora vamos con el almíbar de naranja: calentamos el zumo de naranja y el azúcar en un cazo removemos para que se disuelva el azúcar cuando empiece a hervir apagamos el fuego y añadimos el licor.

 

En caso de que hubiese niños añadiríamos el licor antes de que hierva para que se evapore el alcohol.

 

Para la crema de queso: montamos la nata que tiene que estar muy fría cuando esté montada la reservamos. En un bol batimos el queso mascarpone junto con el extracto de vainilla y el azúcar glas, cuando la mezcla esté cremosa la mezclamos con la nata que tenemos reservada con una espátula y con movimientos envolventes para que no se baje.

 

 

 

Ya tenemos todos los ingredientes preparados, sólo nos queda montar la tarta.

 

Montaje de la tarta

 

Lo primero que hacemos es poner de base un cartoncillo del mismo tamaño que el bizcocho y le echamos un poco de crema de queso para que actúe de pegamento y no se nos mueva el bizcocho.

 

A continuación ponemos boca abajo la primera capa de bizcocho, lo bañamos con el almíbar y rellenamos con la crema de queso, nosotras utilizamos para esto una cuchara de helado y así nos aseguramos que todas las capas tienen la misma cantidad de relleno.

 

Colocamos la segunda capa de bizcocho asegurándonos que queda igualado con el primero, le ponemos el almíbar y lo rellenamos.

 

Ahora vamos con la última capa, en este caso usaremos el mejor bizcocho y lo pondremos con el culete del bizcocho hacia arriba.

 

Le damos una primera capa de crema a toda la tarta, esta es una capa de sellado para tapar la migas y la metemos al frigorífico más o menos una hora para que se enfríe.

 

Cuando ya esté fría la crema la sacamos y le ponemos una generosa capa de crema cubriendo bien la tarta, retiramos el exceso y alisamos bien tanto la parte superior como los laterales.

 

Y ya está lista para decorarla como más nos apetezca, nosotras en esta ocasión le hemos puesto unas mariposas de fondant.

 

 

 

Sólo deciros que la tarta estaba deliciosa y que no hemos podido poneros fotos del corte de la tarta porque no se puede estar en todo y cuando nos fuimos a dar cuenta la tarta ya había desaparecido.