Cupcakes "Tarta al whisky"

El fin de semana pasado estuvimos en Granada. ¡Qué bien lo pasamos! ¡Cómo disfrutamos de los paseos por sus mágicas calles, de la Alhambra, por supuesto de las cañitas con esas tapas tan estupendas…J!

 

Y pensaréis ¿para qué nos cuentan esto? ¿Para darnos envidia? Por supuesto que sí No, no claro que no, es simplemente para explicaros de donde surgió la idea de estos cupcakes “tarta al whisky”.

 

 

Estábamos paseando por el barrio del Realejo disfrutando de un helado, hacía mucho calor por cierto, y se nos ocurrió que lo que más apetece en estas fechas son postres fresquitos. Empezamos a pensar en los típicos postres veraniegos e inmediatamente nos vino a la cabeza la tarta al whisky que tienen en todos los restaurantes en estas fechas.

 

Y nos dijimos que por qué no hacíamos una tarta al whisky casera, pero buscando por internet descubrimos miles de recetas caseras ¡y nosotras pensando que era una ideal superoriginal! L

 

Así que al final decidimos ¿y por qué no hacemos una deconstrucción de la tarta y la convertimos en un cupcake?

 

 

Dicho y hecho, nos pusimos manos a la obra y aquí tenéis nuestra versión en forma de cupcake de la tradicional tarta al whisky.

 

CUPCAKE TARTA AL WHISKY

 

Ingredientes (Para unos 12 cupcakes)

 

Para la masa

• 110 ml de aceite de oliva suave
• 110 gr de azúcar
• 1 pizca de sal
• 1 cucharada de extracto de vainilla
• 2 huevos L
• 110 gr de harina
• 2 cucharaditas de levadura

Para el relleno y la decoración

• 500 ml de nata montar (con 35% de materia grasa o más)
• 100gr de azúcar glas

Para el almíbar

• 100 ml de agua
• 50 gr de azúcar
• 60 ml de whisky

Para la yema tostada

• 3 yemas
• 150 ml de agua
• 150 gr de azúcar
• 2 hojas de gelatina
• Azúcar moreno para tostar la yema

 

 

Preparación

 

Precalentamos el horno a 160ª y colocamos las cápsulas de papel en el molde para cupcakes.

 

Ponemos el aceite, el azúcar, la sal y el extracto de vainilla en un bol y batimos hasta que la mezcla blanquee. Batimos un poco los huevos en un cuenco y los añadimos a la mezcla batiendo con energía. Una vez incorporados los huevos, tamizamos la harina y la levadura y las incorporamos mezclando bien.

 

Llenamos los moldes a dos tercios de su capacidad y horneamos 15 ó 20 minutos o hasta que los cupcakes resulten esponjosos al tacto.

 

Los sacamos del horno y los dejamos enfriar 5 minutos en el molde y luego por completo sobre una rejilla.

 

Una vez fríos utilizamos un descorazonador de manzana para hacer un pequeño agujero en el centro de cada cupcake y los rellenamos con la nata montada.

 

Preparar la nata montada es muy sencillo. Vertemos la nata, tiene que estar muy fría, en un bol (preferiblemente metálico y frio) y comenzamos a batir con unas varillas a velocidad mínima sin hacer muchos movimientos. Ahora el azúcar glas poco a poco mientras que seguimos batiendo pero sin mover mucho la batidora, con cuidado de no pasarnos porque se hará mantequilla.

 

Una vez rellenos con la nata pincelamos el bizcocho con el almíbar.

 

Hacer el almíbar para calar los cupcakes es muy sencillo: Ponemos el azúcar junto con el agua en un cazo y lo llevamos a ebullición, lo dejamos así un par de minutos y apagamos el fuego. Ahora añadimos el whisky. Si no queremos que el almíbar lleve alcohol lo que hacemos es añadir el whisky junto con el agua así conseguiremos que el alcohol se evapore.

 

Ahora colocamos la yema tostada sobre cada cupcake.

 

Para preparar la yema tostada: Lo primero hacemos es preparar un almíbar. Ponemos en un cazo el azúcar y el agua, lo dejamos hervir durante 5 minutos y a continuación lo dejamos enfriar.

 

Batimos las yemas y añadimos la gelatina que previamente habremos diluido en agua fría hasta que no queden grumos, mezclamos bien y agregamos el almíbar.

 

Lo ponemos a fuego medio hasta que espese y lo retiramos del fuego. Vertemos la mezcla en un recipiente en el que hemos puesto papel de hornear y la metemos al frigorífico para que cuaje la gelatina.

 

 

Ahora vamos a tostarla con un soplete. Cubrimos nuestros cupcakes con un poquito de yema tostada, espolvoreamos azúcar moreno sobre la crema y la quemamos con el soplete.

 

Ya sólo nos queda decorar los cupcakes con la nata montada que teníamos preparada para el relleno.

 

 

¿A qué tienen buena pinta? Son como una mini tarta al whisky con su nata fresquita y un sabor a whisky muy suave, ideales para estos calores casi veraniegos.

 

 

Esperamos que hayáis disfrutado con la receta y con el resultado.