Hay cosas que no se
pueden negar. Por mucho que nos empeñemos no podemos ¡Es imposible! Todos los que nos
conocen lo saben, no les podemos mentir, no podemos disimularlo. Es así, es un
hecho.
¡¡NOS GUSTA EL TÉ!! Es una pasión, negro, verde, blanco,
solo, con leche, con limón, frío, caliente… da igual todos están buenos.
Tenemos incluso
nuestra propia Tea Time, llegan las 12 de la
mañana y corriendo a poner el agua a hervir para preparar nuestra taza de té
mañanero.
Cuando alguien
conocido se va de viaje y nos pregunta ¿queréis que os traiga algo? La
respuesta casi siempre es la misma “Té y mermelada”. Es así de simple, no
lo podemos remediar. Ya está dicho nos encanta el té.
Por eso cuando
Conchita♥♥ volvió de pasar unos días en Granada y nos dijo que nos había traído
un regalo en seguida supimos que era un paquete de té. Y no nos equivocamos,
efectivamente era un paquete de té verde sencha con
flor de Granada. Está muy bueno, es un té con un sabor ligeramente
amargo pero muy aromático.
Después de probarlo y
descubrir que estaba tan bueno se nos ocurrió que podíamos combinar dos cosas
que nos encantan, el té y los cupcakes.
Y así surgió la receta
que os mostramos a continuación.